Etapa 29 Les Molières – París

Es posible que por ser el más viejo del grupo, Héctor García, Presidente de A.M.A., (Asociación para la protección del Medio Ambiente), me haya otorgado el privilegio de escribir la crónica de nuestra llegada a París, lo que representa para mí un orgullo y un honor…

Gracias!! …Trataré de ser lo más verídico posible.

Podría describir miles de detalles sobre los 1.700 kilómetros del viaje, y contar sobre anécdotas preciosas, paisajes maravillosos, fríos intensos y peligros en las curvas del camino; como decía mi padre: se puede escribir un libro gigante, sobre un simple cigarro… pero esto es mucho más de un cigarro, y por tanto contiene la inmensa riqueza de cientos de humanos generosos, que se han ido sumando a lo largo de la ruta a París, tratando de aportar su granito de arena y su amor, a un planeta que se está quebrando en mil pedazos…

He sentido en cada cosa, el espíritu generoso de todos los integrantes del grupo… los había callados, “bochincheros”, graciosos, gritones, educados y salvajes… ¡de todo un poco!, como si fuésemos un mundo perfecto en miniatura…¡ sin embargo, pudimos llegar a destino!

… si el planeta tomara nuestro ejemplo, y aplicara esta fórmula para regular la existencia armónica de todos los seres en la tierra, otro gallo nos cantaría, pues la calidad de nuestras relaciones determina el mundo en que vivimos…

Si dejamos espacio para el amor, el afecto, los abrazos, la solidaridad y la ayuda, seguramente viviríamos en un “Paraíso Terrenal” bien merecido, porque puedes cerrar los ojos hacia las cosas que no quieres ver, pero jamás podrás cerrar tu corazón a las cosas que no quieres sentir…y todos queremos sentir la paz de un planeta Feliz, Justo y Sustentable.

Alguien dijo que “cuando el Espíritu se vaya a las manos, se termina el hambre”, y es verdad. Yo lo sentí…mi espíritu se impuso por sobre el cansancio y la edad, lo que demuestra que fortaleciendo nuestro espíritu y cambiando nuestras aspiraciones, cambiamos nuestro mundo… y en él podrán entrar todas las especies del planeta, y los ambiciosos, los avaros, los frívolos, los inescrupulosos, los bandidos y los que no creen en un mundo diferente…

Solamente necesitamos cambiar nuestro espíritu, y convertirnos en un gran corazón que tenga la capacidad de brindarse a los demás, para que todo cambie…

Nuestra marcha a París lo ha demostrado: hemos sido un grupo de muchos, con diferentes modos de pensar, pero unidos por un mismo objetivo: LLEGAR A PARÍS PARA CONTRIBUIR A UN MUNDO MEJOR…

…y este Objetivo Común, enriquecido por el afecto, el amor, la sinceridad, el abrazo y la paz, ha convertido a un nutrido grupo de hombres y mujeres ciclistas, en un GRAN CORAZÓN QUE LLEGÓ A PARÍS, MONTADO EN BICICLETA…

Así debería funcionar el mundo, como nosotros: DIFERENTES, PERO UNIDOS Y MOTIVADOS POR UN GRAN CORAZÓN…

… Jamás abandonen las ansias de hacer de sus vidas algo extraordinario… y que nunca les falte un camino que los lleve, una fuerza que los levante, un amor que los humanice, y la razón que los equilibre…

Gracias a cada uno de vosotros… siempre los llevaré en el corazón..!!

Y termino mi crónica con un abrazo para Héctor García, un Hombre entero, trabajador, inteligente, sincero y con capacidad para dirigir, conciliar y entender…¡¡ no te vayas a Alemania Héctor, España y el mundo te necesita… hay hambrientos en África, inmigrantes en las fronteras, y jóvenes sin futuro en todas partes…¡ quédate, hay un mundo que te necesita!

ABRAZOS, LOS QUIERO A TODOS!! GRACIAS, GRACIAS…

Relato escrito por Javier Bustelo de la Riva – escritor –
Vive en La Patagonia Argentina, autor del proyecto “ECO GOBIERNO GLOBAL”
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javier