Etapa 24 Ruffec-Poitiers

A las 8:30h en el ayuntamiento de Ruffec. Ésa era la cita que teníamos para encontrarnos con el grupo en la que iba a ser nuestra primera etapa. Llegamos unos minutos más tarde (menos mal que la puntualidad del grupo es, llamémosle, “flexible”) y ahí estaban. Nos acercábamos con cierta intriga sobre lo que nos íbamos a encontrar. Con cierta intriga, pero con muchas ganas.

Nada más llegar vimos algunas caras conocidas, bien por haber compartido otras rodadas, bien porque nos conocimos al paso de la marcha por nuestra ciudad. Conocidas o no, el recibimiento fue inmejorable….hasta el Ayuntamiento nos invitó a café, y los municipales nos abrieron pista para salir del pueblo..peroooo…no estaban prohibidas las Manis, concentraciones y demás???…bien por la interpretación libre de la ley.

Ya estábamos en ruta…y empiezan los kilómetros y la lluvia de nombres y procedencias que tardaremos unos cuantos días en aprendernos, como el lema “nous alon a Paggi…sans pollué!!”…a ver…cómo era?..me lo repites, porfa??. Y en estas pasamos por un pequeño pueblo, donde cinco personas estaban adornando el árbol de navidad en la plaza del pueblo, y practicamos nuestro francés…”la direction pour Portier, si-vu-plé?”, y entre sonrisas nos responden que “tout droit”. Llevamos banderitas, carteles…..vamos que damos el cante, pero, l@s paisan@s nos miran como las “vacas al tren”….que nos vamos a Paris, por un acuerdo vinculante para salvar nuestro planeta!!. Y esta indeferencia??. Luego pienso que acaso en este pueblo donde se vive al ritmo del invierno, y estas gentes que acaso en este entorno rural tienen su huertita para autoconsumo, compran la leche y los huevos a Marienne, la carne a Jean…l@s granjer@s del pueblo, y aplican con naturalidad la simplicidad voluntaria y tienen un modo de vida con la mitad de la huella de carbono que este urbanita “ecologeta” que viene de vestido de ciclista a la moda.

Rumiando estos pensamientos entre paradojas mientras hago girar el molinillo del pedal, en menos tiempo de lo que esperaba llegamos a la entrada de lo que parece un entorno urbano, y de repente me veo asaltado por el rebufo del acelerón de un coche que pasa demasiado cerca…mérde!!. Cómo se parecen los entornos metropolitanos de todas las ciudades, centros comerciales de las marcas conocidas, las rotondas, los mega parkings…¿dónde decíais que estábamos?…a esto debe Poitiers, entonces.

Entramos en grupo buscando el pabellón que nos han conseguido AMA (cómo agradecer la labor ….y la paciencia!!.. de Héctor y el resto de amigos y amigas de Valencia). Y ahí aparece Michel (grande Michel!!) que será nuestro guía, resuelve-todo, enlace con los colectivos de la ciudad…vamos, nuestro ángel de la guarda durante los dos días que estaremos aquí. Y Katy, nuestra traductora, que vaya si le mareamos pidiendo esto y aquello…mil gracias, a ambos.

Y como anécdota que será comentada y recordada con muchas risas, la “masa crítica” local a la que nos invitaron. Una marcha nocturna por los alrededores más excéntricos de la ciudad, en la que no vimos a casi nadie, y que nos enseñó, que acaso no todas interpretamos igual esto del activismo por la bici, pero fue simpático, qué carajo…echamos unas risas en la oscuridad de las desérticas calles de Poitiers…hoooolaaa…que sólo son las 9 de la noche…hay alguien detrás de los visillos tenuemente iluminados de las casas??…y nos fuimos a tomar una birra, a un bar donde, mira, sí que había gente!!…oye, sí que hay gente que le gusta estar con más gente. Vamos a tomarnos una. Osasuna…salud…!!!

Crónica escrita por el ala vasca de la marcha.

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