En la actualidad la Huella Ecológica de la humanidad, excede en 1,4 veces la capacidad de regeneración de la Tierra. Esto significa la Tierra necesita un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año. En España el déficit ecológico aun es mayor, ya que consumimos el equivalente a 3,4 veces más de lo nuestra superficie genera, obteniendo estos recursos de otros países o sobre explotando los recursos propios, es decir privándoles de ellos a las futuras generaciones.
De seguir este ritmo, más el aumento exponencial de la población, provocara que en 2050 necesitemos 2,5 planetas para satisfacer nuestro nivel de vida. La humanidad sencillamente está usando más de lo que el planeta puede ofrecer.
También generamos residuos más rápidamente de lo que biosfera es capaz de absorber. Por ejemplo, la gran cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos, no pueden ser absorbidos por bosques y océanos de forma natural, que junto a la deforestación, hace que se acumulen en la atmósfera formando el cambio clímatico.
Rebajar nuestra huella ecológica pasa por aplicar en nuestro dia a dia la regla de las “3 Erres” (Reducir, Reutilizar, Reciclar) que es la base del denominado consumo responsable. Esta regla se puede aplicar fácilmente haciéndote unas preguntas a la hora de adquirir algún producto/servicio:
– Reducir nuestro consumo de materiales y energía. ¿Realmente lo necesito? ¿Puedo hacer lo mismo gastando menos energía?
– Reutilizar y dar una segunda vida a las cosas que ya no necesitamos o no funcionan. ¿Puedo comprarlo de segunda mano? ¿Puedo repararlo?
– Reciclar lo que ya no necesitamos. Y aquí la respuesta en la mayoría de los casos a la pregunta ¿Se puede reciclar? Es SI.
Reciclar es un acto de eficiencia y de responsabilidad, ya que además de ahorrar en materiales (agua, petróleo, materias, primas), evitar la creación de desechos (basuras, emisiones contaminantes), se favorece el desarrollo económico y social de nuestro país, a través de la generación de empleo de la llamada economía circular.
Para hacerse una idea de lo que implica por ejemplo el reciclaje de vidrio, embases y papel de los contenedores Verde, Amarillo y Azul que tenemos cerca de casa, os dejamos algunos datos:
- Con tres botellas recicladas de vidrio:
– Ahorramos la energía suficiente para poder cargar la batería de un Smartphone durante un año.
– Ahorramos la energía suficiente para mantener encendida una bombilla de bajo consumo durante 9 días.
– Ahorramos más de 1 kg de materia prima.
– Reducimos 1 kg de basura que va al vertedero.
– Evitamos la emisión de 1 kg de CO2 a la atmósfera. - Con cada tonelada de papel que se recicla, evita que se corten 14 árboles, se consuman 50.000 litros de agua, y mas de 300 Kg. de petróleo.
- Con cada tonelada de plástico y bricks, se ahorra media tonelada de petróleo y evita la emisión de 1,5 toneladas de Co².
- Con cada tonelada de aluminio que se recicla, evita la extracción de cuatro toneladas de bauxita (que es el mineral del que se obtiene).
- Durante la fabricación se producen dos toneladas de residuos muy contaminantes y difíciles de eliminar.
- Reciclar 1 tonelada de bricks ahorra 0,5 toneladas de petróleo.
El contenedor Negro, la gran asignatura pendiente
Aunque afortunadamente el porcentaje de reciclaje de embases, vidrio y papel a aumentado considerablemente en los últimos años, con más del 70%, todavía existe un cajón desastre que es el contenedor negro, donde la mayor parte de su contenido termina en vertederos o incineradoras.
Para ello hay que seguir concienciando a la sociedad para que aumente el porcentaje de reciclado, pero se torna urgente comenzar a separar los residuos orgánicos para la fabricación de compost, al igual que ya se esta haciendo en otros países.