CAUDETE – HELLÍN – YESTE
Para esta etapa contamos con tres compañeros, uno de ellos de Caudete, y dos de Yecla, Juan, Gabriel y David. Quienes fueron los guías durante esta etapa. También se unen los compañeros de Murcia en esta parada.
La salida de Caudete comienza por la Carretera de Monte Alegre, dejando a la derecha la Sierra característica de este pueblo, Santa Bárbara, dando paso a la izquierda al Monte Arabí, uno de los más conocidos y especiales de la zona por su composición geológica de piedra caliza y ser énclave de civilizaciones antiguas, además de contar con numerosas leyendas e historias sobre el misticismo que lo envuelve, hasta tal punto de ser protagonista de una entrega del Programa de Televisión “Cuarto Milenio”.
El Concejal de Deportes y el Concejal de Medio Ambiente nos reciben a la llegada al polideportivo del pueblo de Hellín. Nos informan de la posibilidad de realizar actividades de sensibilización en los institutos de la zona, esta actividad nos espera a la mañana siguiente antes de comenzar con la ruta.
En la llegada a Hellín, caras triunfantes al haber acontecido un descenso que relaja los músculos y agrada al ánimo.
Hellín, provincia de Albacete, atravesamos un cachito de la Comunidad de Castilla- La Mancha, un territorio de llanuras y colores otoñales en esta época del año, en las rutas van predominando los caminos de tierra, con su correspondiente encanto a la par que problema.
La cantidad de peso que las bicis acarrean hace de los caminos de tierra una aventura aún mayor, porque no sólo hay que mover la masa de las alforjas, también hay que mantener el equilibrio y no derramarse en las piedras o en la grava suelta…
Toda una experiencia si le ves el lado de la hazaña superada.
Cómo lo prometido es deuda, en la mañana llega el turno de las actividades informativas de sensibilización en los institutos bilingües de la zona, por contar con participantes internacionales, angloparlantes, se aprovecha la ocasión de mostrar a los alumnos y alumnas de los centros escolares el alcance y envergadura del que forma parte el tema que nos moviliza, frenar el Cambio Climático, por resultar un evento fatídico en todas sus consecuencias y características, que afecta a todos los países y nacionalidades por igual y que resulta necesario parar cuanto antes.
Siempre, antes de partir (unos más tempranos y rápidos que otros, por supuesto.) a una nueva jornada, es una escena típica y recurrente la colaboración y el compañerismo mostrado al comentar y comprobar el desarrollo de la ruta y sus detalles, con la idea de planificar el viaje y adaptar las características del mismo a los preparativos de la travesía. Porque aquí, nos movemos entre profesionales…
Para terminar un gran día de pedalear y sobre vivir a los caminos de tierra, es de agradecer una cena compartida, disfrutada, y preparada solamente con los alimentos e implementos que en la bici se pueden transportar, ni uno más, ni uno menos. Parece sorprendente la calidad y variedad de platos que se pueden preparar con lo justo y necesario para sobrevivir cada día. El mayor de los ingenios resurgen en cada uno de nosotros para dar covertura a estar nueva realidad, y por suerte aún nos seguimos sorprendiendo de lo delicioso de comer con “lo que hay”.
También es cierto que el hecho de compartir lo que cada uno tiene y colaborar con la elaboración del menú siempre le otorga un sabor especial, que bien podría confundirse con la buena elección y combinación de alimentos.
Todo un lujo en los tiempos que corren.