Acuerdo de Paris, política vs ciencia
Hoy 4 de noviembre del 2016 entra vigor el Acuerdo de París, donde los países se han comprometido limitar el aumento de la temperatura a +2º y si puede, ser evitar llegar a +1,5º. Basado eso si en contribuciones voluntarias de reducción de emisiones. Este umbral es el que según la ciencia, deberíamos evitar sobrepasar a toda costa, pues una vez alcanzado se activarían mecanismos de retroalimentación positiva, perdiendo por completo la humanidad la capacidad de reconducir la situación, entando en un periodo totalmente desconocido y nada halagüeño.
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Por otro lado, también la ciencia en su Quinto Informe de Evaluación del Panel Internacional de Cambio Climático de Naciones Unidas (I.P.C.C.), estima que para limitar el aumento de la temperatura media de la Tierra a 2º, y con una probabilidad entre un 66 y el 100%, habría que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 2010, entre un 41-72% para 2050, y entre 78-118% para el 2100.
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Todo esto en un planeta cuya presión sobre todos los recursos renovables y no renovables crece exponencialmente a la vez que la población mundial, donde la ONU estima que la Tierra contará con 8 mil millones en 2050 y 11 mil millones para final de siglo.
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La sociedad y la economía con su empuje e inercia, se enfrentan a unos límites y restricciones impuestos por la ciencia, con lo que solo queda la Política encarnada en el Acuerdo de Paris, como única herramienta internacional para evitar dejar a nuestros descendientes una herencia envenenada.
¿Quién ganará esta batalla de la que depende nuestra supervivencia, la Política o la Ciencia?