Etapa 11 Segovia-Cuellar
Marcha a Paris, Martes 17 de Noviembre.
Sonidos de cremallera a mi alrededor. Poco a poco se van abriendo los sacos de dormir. Son las 8 de la mañana en el Pabellón Perico Delgado de Segovía.
Aquí hemos llegado los algo más de 30 ciclistas que participamos en la Marcha Contra el Cambio Climático. Atrás queda Madrid y la Sierra de Guadarrama, por delante 1600 km hasta llegar a París, dónde en Diciembre se celebrará la cumbre internacional que marcará la politica medioambiental de los próximos años.
Mi nombre es Fran Ventura y participo en esta marcha en representación de la Fundación Vicente Ferrer. Participo por el compromiso que algún día, no sé bien cómo ni con que pretexto, adquirí con la región de Anantapur, la ciudad del infinito, en el sur de la Indía.
Allí, el regimen de lluvias es escaso y el viento sopla erosionando el terreno hasta hacerlo dificilmente cultivable. Al principio, cuando Vicente Ferrer llegó a Anantapur, el reto fue conseguir desarrollar la agricultura para eliminar la malnutrición, para que nadie muriera de hambre. Luego fue la educación y la sanidad. Ahora, uno de los retos es mantener lo alcanzado, poque el cambio climático arruina nuestras cosechas y amenaza año tras año con hacer inviable la vida en esta zona de la India.
El cambio climático debe tener una respuesta global, por eso me he sumando a este grupo de personas tan diferente entre sí y tan diferentes a mí. Nos une el amor por nuestro planeta y la certeza de que no hay nada imposible.
Un niño pregunta a un compañero: ¿Dónde vaís? Él contesta: Vamos a París a Salvar el planeta para ti…
Son las 10 de la mañana y atendemos a los medios de comunicación en la Plaza del Ayuntamiento. Un señor nos observa con una mueca de incredulidad.
Seguramente piense que somos unos locos, unos “hippies” que no tenemos otra cosa mejor que hacer y en parte tiene razón. No tenemos nada mejor que hacer, porque no hay nada más importante. A algunos les cuesta aun verlo, pero nosotros lo vemos muy claro. Es urgente.
Salimos de Segovia en dirección a Cuellar. Castilla en Noviembre es un páramo frio. La niebla nos envuelve y el grupo se dispersa. Cada uno pedalea con sus fuerzas, sus medios y su experiencia. Al llegar a Carbonera la Mayor, el calor de un asador no vuelve a juntar. El ánimo está muy alto y el corazón late caliente. Lope pedalea con la espalada rota, Rafaél y Manolo con la sapiencia de los que han recorrido el mundo. Silvia con sus audifonos, Ana con su bici cargada hasta arriba de anhelos de libertad. Aquí cada uno tiene su historia y yo la mía.
Son las 4 y media cuando oculta tras la niebla divisamos Cuellar. El grupo ha vuelto a dispersarse y toca mirar por uno mismo, buscar calor y guardar fuerzas para mañana, porque la misión no es pequeña: Salvar el planeta. No somos heroes, no somos locos, simplemente no tenemos nada mejor que hacer.
Cuellar, 17 de Noviembre de 2015
Relato escrito por Fran Ventura.
